Los educadores debemos de disponer los mejores recursos para que se desarrollen nuestros alumnos. De esto nos habla Sir Ken Robinson de la necesidad de realizar una revolución del aprendizaje.
http://www.youtube.com/watch?v=zuRTEY7xdQs
lunes, 22 de abril de 2013
Cuento: "El Maestro de Carrasqueda" de Miguel de Unamuno
EL MAESTRO DE CARRASQUEDA 1903
--Discurrir con el corazón, hijos míos, que ve muy claro, aunque no muy lejos. Te llaman a atajar una riña de un pueblo, a evitarle un montón se sangre, y oyes en el camino las voces de la angustia de un niño caído en un pozo: ¿le dejaras que se ahogue? ¿Le dirás: “no puedo pararme, pobre niño; me espera todo un pueblo al que he de salvar?” ¡No! Obedece al corazón: párate, apéate del caballo y sala al niño. ¡El pueblo…, que espera! Tal vez sea el niño un futuro salvador o guía, no ya de un pueblo, sino de muchos.
Esto solía decir don Casiano, el maestro de Carrasqueda de Abajo, a unos cuantos mozalbetes que, en la escuela, mientras se lo decía le miraban con ojos que parecían oírselo. ¿Le entendía acaso? He aquí una cosa de que, a fuer de buen maestro, jamás se cuidó don Casiano cuando ante ellos se vaciaba el corazón. “Tal vez no entendía del todo la letra—pensaba--; pero lo que es la música…” Había, sin embargo, entre aquellos chicuelos uno para entenderlo: nuestro Quejana.
¡Toda una alma aquel maestro de escuela de Carrasqueda de Abajo! Los que le hemos conocido en esta último tercio del siglo XX, anciano, achacoso, resignado y humilde, a duras penas lograremos figurarnos aquel joven fogoso, henchido de ambiciones y de sueños, que llego hacía 1920 al entonces pobre lugarejo en que acaba de morir, a ese Carrasqueda de Abajo, célebre hoy por haber en él nacido nuestro don Román Quejana, a quienes muchos le llaman el Rehacedor.
Cuando el año 20 llegó don Casiano a Carraqueda, lo encontró muy chico, e incapaces de sacramentos a los carrasqueños. ¡Buen pelo iba a echar raspándoles el de la dehesa! Lo primero enseñarles a que se lavaran: suciedad por donde quiera, suciedad e ignorancia. Había que mondarles el cuerpo y la mente; quitar, más que poner, tanto en ésta como en aquél.
Con los mayores no se podía, pues a todo paraban el golpe con un ¡eso no pinta aquí! “Más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena”, era su refrán favorito. Que se cubrieran los estercoleros de abono; que no los dejaran en montoncitos sobre las tierras, que… ¡bah!, ¡bah!, ¡bah!, ¡Querer enseñarles labranza, a ellos, labradores desde siempre!... “¡Señor maestro, enseñe catecismo a los niños, y luego, si hay tiempo, a leer y escribir, y déjese de andróminas!”
Cada visita del concejo a la escuela costaba una sofoquina al pobre maestro. Quiso suprimir el discursito de rigor cuando se anunció loa visita del inspector, pero el cura:
--Amigo don Casiano—le dijo--, no se nos venga con pedagogías y cosa de ayer por la mañana, que los tíos son tíos, aunque no lo quieran, y es menester que el hijo del alcalde eche su discursito, como es costumbre en casos parecidos, y mejor si es verso…, y que no lo entiendan, sobre todo…
Tuvo el maestro una idea. Llamó a Ramonete, hijo del tío Quejana, el alcalde, para que convenciera a su padre de que no hacía al caso el discurso. “El chico tendrá mejor sentido que el padre, pues no le ha sobrado tanto tiempo de echarlo a perder“, pensó. Y, en efecto, se prendó del mocito: ¡Vaya un chicuelo! Y en adelante le brindó las lecciones y por él hablaba a los demás. Cuando ni aun Ramoneta le entendía, exclamaba malhumorado: ”¡es como si hablara a la pared!”, pensando al punto: “Las paredes oyen… y entienden acaso.”
Dios no le dio hijos a su mujer; pero tenía a Ramonete, y en él al pueblo, Carrasqueda todo. “Yo te haré hombre—le decía--; tú déjate querer.” Y el chico no sólo se dejaba, se hacía querer. Y fue el maestro traspasándole las ambiciones y altos anhelos, que, sin saber como, iban adormeciéndosele en el corazón.
Era en el campo, entre los sembrados, bajo el infinito tornasol del cielo, donde rodeado de los chicuelos, Ramonete allí juntito, a su vera, le brotaban las parábolas del corazón. Aún recuerda Quejana—se lo hemos oído más de una vez—cuando les decía que Jesucristo fue un artesano lugareño a quien mataron en la ciudad, o cuando frente a un barbecho exclamaba: ”’’¿Creéis que esta tierra no hace más que descansar? ¡Pues no! El aire manso y silencioso la esta renovando, mientras que el ventarrón no hace más que meter ruido y derribar…”
Y cuando aquellos niños se hicieron hombres y padres, don Casiano les hacía leer los domingos, comentándoles lo que leía, y les mondó cuerpos y mentes, y les enseñó a cubrir el estiércol y a aprovecharlo, y, sobre todo, a conservar en el fondo del corazón una niñez perpetua.
Mas su preocupación era Ramonete; Ramonete, que se fue a la ciudad a estudiar carrera. Los veranos en vacaciones, ¡qué paseos por campos sin fin, entre barbechos!
Todos conocemos las brillante carrera de do Ramón, aquellos sus primeros triunfos, su encumbramiento, su victoria final; todos sabemos los desalientos también, sus dudas y sus desazones. Cuando después de la famosa ruptura de la Liga, en 1950, se retiró don Ramón a su pueblo despechado y descorazonado, fue su primer maestro quien le curó, enseñándole a querer a la patria y hablándole de su ensueño de una España celeste. Cuando después de su victoria definitiva fue a su pueblo a recoger el último suspiro de su madre, ¡qué abrazo el que se dieron él y don Casiano, en el ejido del lugar, ante los lugareños conmovidos!
Don Casiano se ha hecho célebre por el célebre estribillo de don Ramón, estribillo que apenas falta en alguno de sus discursos; aquello de ”Decía una vez mi maestro…” Al principio provocaba a risa el inicio; pero muy pronto empezó a provocar a mayor atención y recogimiento en los oyentes.
Don Ramón intentó alguna vez condecorarle, y cuentan que le contestó: “Mi condecoración eres tú, Ramonete.” Y no insistió este.
--Si usted hubiera salido, don Casiano…
--¿Salir? ¿A dónde?
--Hoy tendría posición, nombre, gloria…
--¡Posición!, ¡nombre!, ¡gloria! ¿Y Carrasqueda de Abajo? ¿Y tú, Ramonete, y tú? No, yo no soy de los que se guardan las perrillas para amasarse un caudalejo, agarrarse a la usura y legar a los hijos una rentita; lo que he ganado un día lo he dado siempre al siguiente, en calderilla, como lo gané. La gloria es una usura. He derramado mi espíritu en Carrasqueda, en calderilla también, y esto vale más que recogerse un nombre de oro en el mundo, un nombre que me dé renta de elogios. Carrasqueda es mi mundo, y el mundo entero, esta pobre tierra donde querías que dejase un nombre, nada más que un Carrasqueda algo mayor. Levanta de noche tu vista a las estrellas, Ramonete; recuerda lo que te he enseñado, y te convencerás. ¿Qué prefieres, que tu nombre transponga el Pirineo y ande en bocas de extraños, o que tu alma se derrame en silencio por España entre los que piensan con la lengua en que piensas tú?
--Una y otra cosa, don Casiano…
--¿Es posible? No temes a la patria de pedestal de tu fama ni de campo de tus hazañas, ni hagas como ésos que la maldicen y la desprecian porque no siendo oída en la junta de las naciones, no se les escucha a ellos. No digas: ”¿Qué culpa tengo yo de haber nacido español?”, no vaya a creerse, al oírtelo, que pareces grande tan sólo porque es ella chica. Ponte a sus pies, de escabel de su gloria y de su dicha, escondido entre los sillares de sus cimientos…
--pero en un lugarejo…
--Sí, sé vas a decirme: se embrutece, se envilece y se empobrece. Pero, ¿no era mi deber trabajar por que se humanizan, ennoblecieran y enriquecieran tus hermanos los carrasquedeños?
--¿Por qué no escribe usted, don Casiano?
--¿Escribir yo? ¡Obra tú, Ramonete! Me he enterrado en vosotros, en mis discípulos.
Todos recordaran aquel viaje precipitado de don Ramón a su pueblo, cuando, dejando colgado graves asuntos políticos, fue a ver morir a su maestro, ochentón ya.
Hizo éste que le llevaran a morir a la escuela, junto al encerado, frente aquella ventana que da a la alameda del río, apacentando sus ojos en la visión de la montaña de lontananza, que retenía las semillas de los ensueños todos que, contemplándolas, le habían florecido al maestro en el huerto del espíritu. En el encerado había hecho escribir estas palabras del cuarto Evangelio: ”Si el grano de trigo no cae a la tierra y muere, él sólo queda; mas si muriere, lleva mucho fruto.” Al acercársele la piadosa Muerte, le levantó a flor de alma las raíces de los pensamientos como en el mar levanta, al acercársele, la Luna las raíces de las aguas. Y su espíritu, cuando sólo le ataba al cuerpo un hilo, sobre el que blandía la muerte, piadosa, su segur, hechizado es inspiración postrera, habló así:
--Mira, Ramonete: se me ha dicho mil veces que mi voz ha sido de las que han clamado en el desierto… ¡sermón perdido! Yo mismo os repetía en la escuela, cuando tú no me entendías: ”¡es como si hablase a la pared!” Pero, hijo mío, las paredes oyen,; oye todo, y todo empieza, ahora que me muero, a hablarme a los oídos. Mira, Ramonete: nada muere, todo baja del río del tiempo al mar de la eternidad y allí queda… el universo es un vasto fonógrafo y una vasta placa en que queda todo sonido que murió y toda figura que pasó; solamente falta la conmoción que los vuelva un día… Las voces perdidas y muertas resucitarán un día y formarán coro, un coro inmenso que llene el infinito… Me voy e esta España, de la terrestre, de la que fluye, a la otra España, a la España celestial… Ya sabes que l cielo envuelve a la tierra… ¡Habla y enseña aunque no te oigan…! Soy una voz que se apaga en el desierto… ¡Adiós, hijo mío!
Y calló para siempre. Y Quejana besó aquella boca, sellada para siempre por el supremo silencio, y al besarla cayeron de los ojos vivos del discípulo dos lágrimas a los ojos del maestro, fijos en la eternidad.
La educación prohibida
Una nueva mirada de la educación, en esta nueva etapa de la humanidad, del conocimiento, una nueva propuesta para la educación de alumnos del siglo XXI.
viernes, 19 de abril de 2013
jueves, 4 de abril de 2013
Fases del conocimiento y estrategias de aprendizaje
DEL PROCESO DE PENSAMIENTO:
1. ETAPA PERCEPTIVA DEL PROCESO DE PENSAR:
1. a) FASE RECEPTIVA O PERCEPTIVA:
Las operaciones del pensamiento [1]que
se desarrollan en esta fase son: OBSERVAR – LEER- ESCUCHAR- IDENTIFICAR y
CONTAR. Fase que se centra en la INFORMACIÓN.
1) b) FASE REFLEXIVA:
Las habilidades de pensamiento que se desarrollan son:
ANALIZAR- RELACIONAR- COMPARAR- ORDENAR – ASOCIAR- CALCULAR- CLASIFICAR-
DEDUCIR- DERIVAR- COMPRENDER.
c) FASE ADQUISITIVA:
Las habilidades de pensamiento que se desarrollan son:
SÍNTETIZAR- RESUMIR- DEFINIR- MEMORIZAR.
2.
ETAPA REACTIVA DEL PROCESO DE PENSAR:
2. a) FASE EXPRESIVA:
Es el momento de la COMUNICACIÓN, tanto en su expresión verbal y no
verbal.
2.
b) FASE EXTENSIVA:
Las
habilidades de pensamiento que se desarrollan son: CREAR- AMPLIAR- IMAGINAR-
GENERALIZAR.
2.
c) FASE PRÁCTICA:
Las
habilidades de pensamiento que se desarrollan son: APLICAR- REALIZAR- ELEGIR-
TRANSFERIR-PROYECTAR- RESOLVER- CRÍTICAR- APRECIAR.
ESTRATEGIAS DE
APRENDIZAJE
Las estrategias de aprendizaje son procedimientos específicos o
formas de ejecutar una habilidad de pensamiento. El alumno las debe poner en
funcionamiento en cada situación o actividad según corresponda de acuerdo a la
finalidad de la actividad
De acuerdo a la finalidad de la actividad se pueden clasificar las
estrategias de aprendizaje en:
|
Reproducción
|
Elaboración
|
Organización
|
Repetición
(Memorización)
|
Metacognición
|
Efecto en el
conocimiento del alumno.
|
Reproducción
de manera muy parecida de información y datos originales de un tema.
|
Se
obtiene un significado más personal de la información conectándola con el
conocimiento previo.
|
Se
RE – ORGANIZA los datos de forma distinta a lo que se presenta. No busca la
clasificación repetitiva.
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Retención
y recuperación de los datos.
|
Toma de consciencia del proceso que se
sigue para tomar sus decisiones mentales.
Aprende a controlar y modificar el
proceso cognitivo que siguen cuando está pensando en la resolución de una
tarea.
Aprende a saber qué, cómo, cuándo y por qué usar una
estrategia u operación de pensamiento determinado.
|
Habilidades cognitivas
que se desarrollan.
|
Observar.
Identificar. Reconocer. Extraer. Comparar.
|
Comparar.
Analizar. Interpretar. Inferir. Valorar. Evaluar.
|
Ordenar. Clasificar. Representar.
Resumir.
|
Retener. Recuperar.
|
Transferir. Generalizar. Evaluar.
Apreciar. Integrar y aplicar.
|
Ejemplos de estrategias
|
“REGISTRO DE DATOS”.
Ej:
Observo y transcribo los fenómenos sucedidos.
Observo
el texto e identifico las características que definen a algo o alguien.
|
“TABLAS COMPARATIVAS”.
“CONSULTA DE DOCUMENTOS”.
“INTERPRETACIÓN e INFERENCIAS”: Formulación de hipótesis, deducciones e inducciones,
parafraseado, argumentación, uso de analogías - metáforas
|
Para
ordenar: “ELABORACIÓN DE ÍNDICES.
INVENTARIO. COLECCIONES”.
Para
clasificar:
“ESQUEMAS. RESÚMENES. GLOSARIO”.
Para
representar:
“DIAGRAMAS. MAPAS CONCEPTUALES. REDES. USO DE GESTO
Y MÍMICA. DIARIO MURAL. DIBUJOS. HISTORIETAS”.
|
Para
retener: “REPETIR. ASOCIACIÓN DE
IMÁGENES (PALABRA- IMAGEN). ENCADENAMIENTO DE PALABRAS.”
Para
recuperar:
“REPASO Y ACTUALIZACIÓN”.
|
“AUTOINTERROGA-CIÓN”: ¿Qué sabía?, ¿qué sé ahora? Y ¿qué me faltó saber?.
Moldeado oralmente. Contar pasos que
siguió para resolver situación de aprendizaje.
“GENERALIZACIÓN.”
“SQCAAP”.[2]
“INDICE”:
elaboración de un índice de todo lo que hicimos
en clase. Poder contar todo el proceso que hicimos al finalizar o al inicio
de la clase.
|
Fase del conocimiento al
que pertenece
|
RECEPTIVA.
|
REFLEXIVA
|
REFLEXIVA
Y ADQUISITIVA
|
ADQUISITIVA
|
ETAPA
REACTIVA
|
[1] Las operaciones de pensamiento o habilidades cognitivas son las
actividades mentales que se aplican a las diversas tareas de aprendizaje. Estas
habilidades cognitivas se activan cuando el alumno debe resolver situaciones o
problemas de aprendizaje.
[2] Indagar acerca de: A) qué
pensamos que sabemos. B) qué queremos saber. C) cómo haremos para saber. D) qué
queremos aprender. E) Cómo lo aplicaremos esto que aprendimos. F) formulación
de nuevas preguntas.
martes, 2 de abril de 2013
Evaluación Diagnóstica
La Evaluación Diagnóstica: se describe en profundidad cada uno de los instrumentos de evaluación para aplicar en este período.
http://es.scribd.com/doc/133618175/Instrumentos-para-la-evaluacion-inicia1-doc
http://es.scribd.com/doc/133618175/Instrumentos-para-la-evaluacion-inicia1-doc
Mensaje de Bienvenida
Bienvenidos a este espacio de reflexión, un espacio para pensar-se como educadores, el acto de educar y brindar recursos útiles para desempeñar mejor nuestra vocación en este siglo XXI.
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